Ya han pasado más de dos meses desde que iOS 8 se hiciese disponible y con él llegaron miles de usuarios con quejas que mostraban las consecuencias de un lanzamiento que se produjo cuando esta versión no estaba lista y que se vio adelantada solo por el iPhone 6. Desde entonces podemos decir que “ha llovido mucho” e iOS 8 no es lo que era, y aunque aún sigue teniendo sus “cosillas”, ya se puede empezar a tener en cuenta para instalarlo en los dispositivos en los que aún no nos hemos atrevido a hacerlo. Eso sí, hay ciertas pegas de las que vamos a discutir un poco.
Estamos hablando de la capacidad de almacenamiento, uno de los principales problemas y provocación de quejas de los usuarios. En iOS 8.1.1 ya tenemos solución para esto. La preocupación acerca del cambio del sistema operativo también puede echarte para atrás, pero recuerda que –la mayoría de las veces– las nuevas versiones de iOS suelen traer mejoras que se añaden al anterior sistema operativo. ¿El inconveniente? Esos odiosos “bugs” o errores que nos hacen en ocasiones la vida imposible. Cada vez hay menos, pero siguen existiendo. Comencemos con todo esto.
iOS 8… si tienes poco espacio libre
iOS 8 llegó con un gran problema, y es que pedía en ocasiones más de 3 gigabytes libres para ser instalado directamente en el dispositivo desde ajustes. Mucha gente desconocía que actualizando mediante iTunes este contratiempo desaparecía, pero la comodidad de las actualizaciones OTA (a través del aire) a las que nos ha acostumbrado Apple pasa factura y nos vuelven más vagos. Con la llegada de iOS 8.1.1 el espacio requerido se ha reducido como por arte de magia en 500 MB que luego también se recuperan al instalar esta versión (o eso se supone).
iOS 8 es un cambio, pero todo se añade a iOS 7
En esta ocasión no nos encontramos ante la situación del año pasado en la que cambiar de iOS 6 a iOS 7 suponía sacrificar una interfaz en la que habíamos permanecido durante seis largos años. Ahora la mayoría de las nuevas funciones que vienen con iOS 8 hacen que realmente merezca la pena instalar esta actualización… si partimos de ahora que la gran mayoría de problemas molestos han desaparecido. No te preocupes por el resto de aspectos del sistema, todo seguirá tal y como tu lo dejaste, y si te aseguras la copia de seguridad entonces ya si que no tienes absolutamente nada que temer.
Si no quieres encontrarte con errores ni bugs
Es de lo poco que podemos asegurar con cada nuevo lanzamiento. Los errores y los bugs se encuentran por todas partes cuando Apple lanza una nueva gran actualización. A pesar de que existen unas betas desde meses antes que se distribuyen entre los desarrolladores para que prueben el funcionamiento de sus aplicaciones y, de paso, adviertan a Apple de fallos, las versiones finales acaban con estos bugs. Este año el caso ha sido todavía peor porque el lanzamiento del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus provocó un adelantamiento que en condiciones normales no se debería haber producido, y pasó factura.
iOS 8.1.1, que es la versión que tendríais que instalar si os pasáis a esta versión ahora, ha eliminado gran parte de ellos y ha optimizado el rendimiento para dispositivos antiguos como el iPhone 4s y el iPad 2. Se supone que ahora todo debe ir mejor, pero siempre existen los usuarios desafortunados que ni siquiera a estas alturas se encuentran satisfechos. De cualquier modo, os recomendamos que la actualización la hagáis desde iTunes, guardando una copia de seguridad y restaurando a ser posible, para asegurar que no se sobrescriban datos y no se queden residuos.
Si tenías ganas de probar iOS 8 y hasta ahora no te habías animado por la falta de seguridad tras leer las quejas de otras personas, te podemos asegurar que iOS 8.1.1 ya es “otra cosa” y quizá te merezca la pena dar el salto. Eso sí, como siempre ocurre con esto de la tecnología…
“Si algo te funciona bien, no lo cambies”.
¡Hasta la próxima!