Hemos visto bocetos, paneles frontales filtrados, fundas empezando a fabricarse y moldes de fabricación que parecen indicar que sí veremos un iPhone con mayor tamaño de pantalla. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando hablamos de aplicaciones que se tienen que adaptar a una pantalla más grande?
El factor del cambio de forma probablemente requerirá una mayor resolución que los desarrolladores tendrán que aprovechar para optimizar sus aplicaciones a las 4.7 y 5,5 pulgadas. Eso sí, este último ya sabemos que podría llegar más tarde debido a problemas en el proceso de producción. Nos vamos a centrar en esta entrada únicamente a la versión de 4.7 pulgadas.
Actualmente, el iPhone tiene una resolución de 640 por 1136, resultando una densidad de píxeles por pulgada de 326 (ppi). Si el próximo iPhone se lanzase con una pantalla de 4,7 pulgadas manteniendo esos 326 píxeles por pulgada, la resolución se incrementaría hasta unos 756 por 1344 píxeles.
Calculadora en mano, esto implica un 20% más de píxeles que vamos a ganar en el dispositivo para absolutamente todo lo que hagamos en él. A su vez, repercute directamente en miles de aplicaciones. Hoy tenemos unos cuantos conceptos de Sam Beckett para que veáis cómo quedaría el cambio en ciertas aplicaciones.
Tened en cuenta que es un simple concepto y no un filtración, pero sirve para hacernos a la idea de lo que veremos. En este caso tenemos la aplicación de ajustes tanto en un iPhone 5s (izquierda) como en un iPhone 6 de 4,7″ (derecha).
La primera sensación es un tanto extraña, es cierto, pero cuando nos acostumbramos parece que luce bastante bien. Ahora vemos otra imagen con ambos dispositivos en el springboard.
Fijaos en cómo los iconos mantienen exactamente el mismo tamaño que en el iPhone 5s pero con el espacio entre ellos ampliado de igual manera que sucedió con el iPad. En palabras del diseñador:
“Podría haber añadido otra línea o fila de iconos pero recargaría en exceso la pantalla, alejándose de la simplicidad que Apple busca.”
Yo lo veo prácticamente igual y así os lo contamos hace unos días con la supuesta captura de pantalla de iOS 8 filtrada en la que el gran número de iconos saturaba la vista. Seguramente Apple opte por no incrementar ni el número de iconos ni su tamaño para no marear a los desarrolladores.
¿Mayor densidad de píxeles en el iPhone 6?
Llegados a este punto, podemos suponer que el iPhone 6 mantenga la misma densidad de píxeles de 326 ppi o, en cambio, que decidan aventurarse por duplicarla entrando en el territorio de los 500 ppi.
Si Apple decide buscar cuatro veces más píxeles exactamente igual que ocurrió con el iPhone 4, el iPhone 6 tendrá una pantalla con una resolución de 2272 por 1280. Es bastante complicado que veamos esto puesto que es innecesario en el sentido de que nuestro ojo apenas percibe píxeles al pasar de la densidad actual de 326 ppi, además del grandísimo consumo de batería y de recursos en la GPU y CPU que traería consigo.
Beckett (el diseñador), argumenta que Apple se beneficiaría de mantener la actual densidad Retina en el iPhone 6. En primer lugar, porque la duración de la batería se podría ver incrementada considerablemente puesto que no tiene que alimentar más píxeles y, en segundo lugar, porque los desarrolladores encontrarían este cambio más fácil sin tener que cambiar imágenes ni capas de la interfaz.
Precisamente hablando de desarrolladores, Apple pone a su disposición bastantes herramientas para hacer las transiciones lo menos “dolorosas” posibles. La compañía de Cupertino avisa de que se usen herramientas de auto ajuste de capas para cubrir el espacio nuevo adicional y ajustar correctamente el tamaño.
Fijaros como en esta imagen cómo el propio sistema operativo incluso podría adaptar sin ningún tipo de problemas determinadas partes en una aplicación basándose en reglas y prioridades establecidas por el propio desarrollador.
Sin embargo, sabemos que hay casi un millón de aplicaciones en el App Store, por ello, la solución bruta sería simplemente mostrar esos pilares negros bordeando la aplicación hasta que el desarrollador la adapte. Algo parecido a lo que ocurrió en 2012 con el iPhone 5.
Lo cierto es que Apple podría haber optado por realizar este cambio algunos años atrás pero, como se suele decir, mejor tarde que nunca. Ahora os toca a vosotros, ¿qué preferiríais?¿Más iconos en la pantalla o dejar espacio libre sin perjudicar la imagen simple y limpia de iOS?