2016 va a ser el primer año en el que el Apple Watch haya estado en el mercado durante un período completo de 12 meses. Sin embargo, desde la firma KGI Securities esperan que los pedidos del reloj de la manzana decrezcan aproximadamente entre un 15 y un 25 por ciento. Entre las razones que se dan para esta caída frente a las previsiones originales, se encuentra la limitada autonomía del reloj, tanto por dependencia del iPhone como por duración de batería; la pobre experiencia multi-touch en una pantalla de ese tamaño y la ausencia de una aplicación diferencial.
Aparte de lo que atañe al aspecto de moda, por la alta personalización del dispositivo con todas las correas intercambiables y los diferentes modelos de cajas, las funciones de fitness y de salud, que serían esta gran diferencia que marca el Apple Watch, se ven muy perjudicadas por la duración de la batería. Esta no se ha visto variada en ninguna de las dos generaciones lanzadas hasta el momento. Aunque es cierto que, con el seguimiento GPS, la necesidad de llevar el iPhone para realizar el seguimiento de actividades físicas se ha reducido, pero sigue siendo imprescindible para el resto de funciones.
El Apple Watch Series 2 no será el “salvador”
El Apple Watch “series 2” tampoco levantará las ventas debido a que tiene muy pocas diferencias con respecto a la generación original, y caerán a niveles más bajos que los obtenidos en el año 2015. No obstante, cabe mencionar que será complicado conocer la cifra exacta de relojes de la manzana vendidos, debido a que Apple lo incluye en la categoría de iPod, Apple TV, Beats y otros accesorios, a diferencia de lo que ocurre con el iPhone, el iPad o el Mac. Aun así, el 27 de octubre, Apple anunciará sus beneficios del último trimestre fiscal.