Hacer el iPhone cada vez más fino tiene un precio que Apple tuvo que pagar cuando presentó al mundo el iPhone 6. Sí, probablemente estés pensando en esa cámara que sobresale porque es precisamente uno de los puntos más discutidos por usuarios, analistas y toda clase de expertos. Sin embargo, la cámara protuberante probablemente dejará de ser tema de conversación a partir del iPhone 7 porque Apple ha vuelvo a trabajar durante el último año en una patente que es capaz de eliminar este problema de un plumazo.
En lugar de utilizar un sensor plano como hasta ahora, la patente describe una alternativa interesante que consiste en un fotosensor curvo con forma de esfera que hace posible reducir la distancia entre los elementos que componen la lente y el sensor, de forma que el grosor del dispositivo se puede seguir reduciendo sin tener que dejar un bulto para la cámara que, además, no es demasiado estético.
El problema desde el que se parte es que no se puede utilizar la misma tecnología que en una cámara convencional de gran tamaño para un smartphone de dimensiones mucho más reducidas. Pero, si se dispone de una nueva tecnología que permita sacar tomar imágenes de mayor calidad, debería sustituirse por la convencional o, de lo contrario, seguirán estando muy por detrás.
La técnica que Apple puede usar en el iPhone 7 no es nueva… Del todo
Si se hace el sensor curvo para poder reducir la distancia y, por tanto, el grosor de toda la cámara, se estaría utilizando una técnica parecida a la que muchos telescopios utilizan. Al dotar al sensor de forma esférica, se generaría un efecto conocido como aberración cromática, no obstante, con el uso de otra lente intercalada, el efecto se puede corregir satisfactoriamente.
Como siempre ocurre con Apple y sus fantásticas patentes, no tenemos modo alguno de saber si definitivamente la pondrán en práctica o si, de lo contrario, se quedarán únicamente en patentes para algún momento del futuro, pero todo parece indicar que el iPhone 7 será el afortunado en recibir esta ingeniosa técnica.