En Apple no se están haciendo las cosas demasiado bien en las últimas semanas, sobre todo en lo relacionado a iOS. Tras la metedura de pata cometida con iOS 8.0.1 y los múltiples problemas de conectividad que provocó a miles de usuarios o el descontento generalizado por el mal rendimiento de iOS 8, la compañía de la manzana parece que está empezando a cambiar un poco las formas de “probar” las actualizaciones antes de que todo el mundo tenga acceso a ellas.
Apple lanzó esta madrugada iOS 8.1.1 en beta para los desarrolladores registrados, pero, ¿por qué una actualización menor llega como una beta?¿Será que quieren asegurarse de que todo funciona correctamente antes de que se produzca algo parecido a lo que vivimos el mes pasado? La respuesta no es otra que sí, todavía más cuando vemos que lo único que hay de novedades son correcciones de errores y optimización del rendimiento para el iPhone 4s y el iPad 2.
Algo está cambiando en Apple con iOS 8.
O los controles de calidad por los que pasa todo antes de llegar al usuario trabajan más o se les encarga la tarea a los desarrolladores. Esta última es la opción que parece que Apple ha tomado, y es lógico. En una compañía que distribuye software para millones de personas no se pueden tolerar fallos que provoquen que los usuarios se queden sin datos móviles o sin poder usar el Touch ID.
No cabe la menor duda de que todo esto es muy bueno para los dueños de dispositivos iOS, ya que a cambio de un poco de tiempo ganamos en seguridad a la hora de saber que todo funcionará como debe antes de actualizar. Precisamente sobre esto os preguntábamos en nuestra encuesta hace un par de días.