El tercer trimestre de este año para Samsung no ha sido del todo beneficioso para la compañía por culpa tanto de los competidores de gama media (véase BQ, por ejemplo, ofreciendo un precio excelente por un dispositivo casi de gama alta) pero también de otros como Apple, quien gracias a la expectación generada por el lanzamiento del iPhone 6 y iPhone 6 Plus han reducido considerablemente los beneficios de Samsung. La cifra exacta oscila alrededor del 60 por ciento.
Aunque se puede ver un aumento marginal en ventas de teléfonos inteligentes, la disminución del beneficio de Samsung podría ser el resultado de la venta de teléfonos móviles a menor precio y del aumento de los costes de comercialización puesto que la competencia de teléfonos inteligentes se intensifica progresivamente.
El negocio de los smartphones de Samsung se encuentra ante una gran presión competitiva proveniente del mercado de terminales baratos chinos y también de los de alta gama como el iPhone 6 de Apple. Este último habría conseguido captar la atención gracias a sus grandes pantallas con la consiguiente entrada en el mercado de los “phablets” como es el caso del 6 Plus.
Samsung pierde por un lado, pero también gana por otro (y curiosamente gracias a Apple en ambas).
Aunque la división de dispositivos móviles flaquea, los beneficios de Samsung provenientes de fabricación de componentes podría subir hasta un 10 por ciento durante el próximo año, sumando más de un 40 por ciento de beneficios en 2015.
¿Cuál es uno de los principales clientes en cuanto a componentes para Samsung? Efectivamente, Apple. Sin embargo, durante este año la californiana ha intentado por todos los medios reducir al mínimo su dependencia de la compañía surcoreana mediante acuerdos con TSMC. A pesar de todo eso, el año que viene se espera que de nuevo vuelvan a aliarse para producir el procesador A9 que llevarán los dispositivos iOS de futura generación.
Vía | Macrumors