Desde hace bastante tiempo no dejo de oir eso de “el iPhone se está quedando demasiado detrás” y seguro que vosotros alguna vez lo habéis escuchado también. Es en este punto donde hay que hacerse una pregunta que es exactamente ¿detrás de qué? Vamos a hacer un pequeño análisis para inentar dar respuesta a esta pregunta…
¿De verdad se está quedando atrasado el iPhone? La respuesta para mi es sencillamente no. Quizás se está quedando atrás porque no tiene widgets, porque simplemente no se puede personalizar demasiado el dispositivo o porque tiene la mitad de procesador y ram que la competencia. Que yo sepa, la gente que tiene un móvil con android y hacen alguna personalización en la interfaz, ésta dura escasamente unos días para volver de nuevo al aspecto original.
Otro punto es el reconocimiento facial, he perdido la cuenta de las veces que amigos míos me han dicho: “mira, puedo desbloquear el teléfono sólo con mi cara”. Muy divertido para probarlo, pero estoy convencido de que nadie utiliza ese desbloqueo durante más de un día. Y lo mismo pasa con la función de moverse por las páginas con los ojos. Sorprende cuando lo pruebas, pero luego no resulta útil para el día a día.
¿Y qué pasa con el NFC? Es útil, no lo niego, pero hay otros sistemas ya implementados que son mejores. Lo mismo pasa con el sistema de intercambio de imágenes de los Samsung en el que hay que poner los teléfonos juntos para enviarse fotos. ¿No es más cómodo utilizar un sistema como AirDrop menos llamativo pero en el que no hay que andar juntando los teléfonos?
“Apple ya no innova”, otra frase pronunciada miles de veces los últimos meses. Vamos a ver, puede que por innovaciones entendáis todo lo que he mencionado anteriormente y el resto de características nuevas de Android, pero la verdadera innovación que se dice que Apple ha perdido es sin ir más lejos hacer el dispositivo más fino, más ligero, aumentar el tamaño de la pantalla, mantener la misma batería que la de la generación anterior y aún así conseguir que con la mitad de núcleos en el procesador y la mitad de memoria ram siga siendo tan rápido e incluso más eficiente que los últimos dispositivos lanzado por Samsung, Sony y HTC.
Estos fabricantes nos ofrecen terminales con una brutalidad en hardware pero para qué, ¿para que luego el sistema se pille de vez en cuanto y la experiencia de usuario de vea mermada por constante lag? ¿O para que una app nos deje tirados mientras hacemos algo importante?
Con lo de antes no quiero decir que Android no innove, porque sí que lo hace, pero hay que fijarse en qué es innovación de verdad y qué no lo es, en qué innovaciones hacen que el sistema sea más eficiente y rápido y cuáles aumentan funciones poco útiles para hacer el sistema más pesado e inseguro. Innovaciones de Android como el centro de notificaciones y muchas otras son fáciles de agregar a iOS en un momento tal y como hace Apple con su iPhone, pero lograr que todo funcione perfectamente incluso cuando pasa el tiempo es lo que consiguen los de la manzana y que otros muchos no logran.